El 3 septiembre del 1930, hace 84 años, cuando el Rafael Leonidas Trujillo llevaba apenas dos semanas en el poder, el país sufrio los efectos del mas devastador de los huracanes de la época, que fue el ciclon San Zenon. El huracan no fue tan intenso en la velocidad de los vientos como Davidque toco territorio dominicano el 31 de agosto 1979, y Georges, el 28 de septiembre de 1998, pero la secuela de muertos y heridos fue mucho mayor.
Se estima en mas de cuatro mil los muertos y 20 mil heridos, mientras los damnificados nunca fueron cuantificados, lo que se atribuye a que la trayectoria del huracan fue por el mismo centro de la ciudad de Santo Domingo. Hay que tomar en cuenta que la mayoría de las casas de la época eran de tablas de palma, y madera y techadas de zinc, cuyas hojas se desprendían por la fortaleza de los vientos.
Quizas por inexperiencia, los habitantes de la ciudad se lanzaron a las calles y eran impactados por los escombros y las piezas de las casas que como trombas marinas corrían por las principales vías capitalinas. la fortaleza de los primeros vientos del huracan hizo suponer a los habitantes e la capital que el fenomeno atmosféricos había pasado, cuando en realidad lo que se había producido era una pausa, previo a la llegada del ojo del huracan.
Como nota curiosa debe recordarse que cuando San Zenon azoto la capital se encontraba en el país el famoso Trío Matamoros, cuyos integrantes Circo, Cueto y Miguel estaban hospedados en un hotel economico que funcionaba en la hoy calle Vicente Noble casi esquina Barahona, en el corazon del sector denominado Borojol.
La sorpresa que causo el huracan al aplaudido conjunto musical cubano fue suficiente para que tan pronto llegaran a su país compusieran la cancion “Cada vez que me acuerdo del ciclon, se me enferma el corazon”, que forma parte de su amplio repertorio musical.
Para el año 1930 no existía un servicio meteorologico eficiente y el estado de tiempo y otras informaciones colaterales eran servidas por una sencilla oficina adscrita a la Secretaría de Estado de Agricultura.
Los historiadores, especialmente el doctor Frank Moya Pons, atribuye el alto número de víctimas del ciclon al poco conocimiento de la poblacion, a la peligrosidad del fenomeno y a la indiferencia que presentaban ante las advertencias de las autoridades.
A esto debe agregarse que cuando el centro del huracan paso por la ciudad, los vientos desaparecieron momentaneamente situacion que la gente aprovecho para lanzarse a las calles y recibir una nueva embestida del fenomeno.
También se afirma que Trujillo y sus sicarios aprovecharon el huracan para hacer desaparecer a una veintena de personas que le eran desafectas, cuyos cadaveres fueron arrojados en una fosa común en el centro del parque Eugenio María de Hostos, en el Malecon de la capital.